La regla de la mayoría es la que establece que para tomar una decisión en un grupo debe adoptarse la opción que cuente con el apoyo de una mayoría de miembros. Se utiliza tanto en organizaciones y estados democráticos como no democráticos. La regla de la mayoría no debe ser confundida con la democracia, aunque ésta suele hacer uso de ella aplicada al pueblo elector. Sistemas no democráticos utilizan la regla de la mayoría en muchas ocasiones, y los sistemas democráticos suelen no utilizarla en muchas ocasiones.
Básicamente la noción misma de mayoría admite dos grandes modalidades de aplicación de la regla:
1) Mayoría absoluta, cuando se requiere que la opción ganadora haya obtenido más de la mitad del total. Por lo general, en los sistemas parlamentarios y, por extensión, en cualesquiera órganos colegiados públicos o privados, se dice que es necesaria la mayoría absoluta cuando la votación sobre un asunto sometido a su consideración requiere, para su aprobación, una mayoría igual o superior a la mitad más uno de los miembros del órgano en cuestión. En este caso, si el número de miembros presentes no representa la mayoría absoluta de miembros totales, la mayoría absoluta de miembros presentes no da lugar a la aprobación del acuerdo.
2) Mayoría relativa, mayoría simple o primera minoría o simplemente mayoría, cuando se requiere que la opción ganadora haya sido la más numerosa entre todas las opciones, aunque sumadas las demás, la superen. Es la mayor en relación a cada una de las otras partes. La mayoría simple, por contraposición con la mayoría absoluta, no requiere que el cómputo se haga sobre todos los miembros del órgano, sino sólo con los presentes. Tampoco importa el número de votos favorables con tal de que estos superen al de votos desfavorables y, por lo tanto, no importan el número de abstenciones o ausencias para saber si se alcanza tal mayoría. No se requiere quórum ni un mínimo de votos.
3) Excepcionalmente, para decisiones de mayor importancia, la regla de la mayoría puede exigir una cantidad extraordinaria de adhesiones que supere ampliamente a la mitad del total. En estos casos se habla de mayoría calificada o mayoría reforzada. Una mayoría cualificada o mayoría especial es un sistema de votación mediante el cual se requieren más votos o más requisitos que en una mayoría ordinaria para aprobar una decisión. Existen muchas formas de mayoría cualificada:
Porcentaje mínimo de votos: Se puede requerir un porcentaje mínimo para poder tomar una decisión sensible, por ejemplo: dos tercios, tres quintos o cuatro séptimos de los votos. La mayoría absoluta, en este sentido, sería un tipo de mayoría cualificada.
Mínimo de votos válidos: En este caso las abstenciones no son neutras, sino que impiden que la decisión se apruebe.
Por lo general, se entiende por mayoría cualificada en los sistemas parlamentarios y, por extensión, en cualesquiera órganos colegiados públicos y privados, que la votación sobre un asunto sometido a su consideración requiere, para su aprobación, que se emita un porcentaje importante de votos a su favor (normalmente mayor del 50%). Una relación habitual suele ser superior a dos tercios de la cámara. Con ello se busca que una decisión muy sensible deba adoptarse por una muy amplia mayoría.
sábado, 26 de junio de 2010
sábado, 19 de junio de 2010
Los Dardenne
Jean-Pierre & Luc Dardenne
Jean-Pierre y Luc Dardenne son los cineastas más importantes de la cinematografía valona. El trabajo audiovisual de estos realizadores se ha centrado desde fines de los años sesenta en proponer realidades sociales difíciles, como entornos familiares desestrucurados, la delincuencia como forma de vida, la ausencia de una cultura de trabajo, la preponderencia del materialismo, la injusticia social y la búsqueda de la supervivencia.
Filman mayormente con cámara en mano, con planos cortos y sin banda sonora. Esto le da una mayor sensación de realidad, sumado a las interesantes temáticas que tocan y la manera de encararlos.
Le Silence de Lorna (2008)
L'Enfant (2005)
L'Enfant (2005)
Le Fils (2002)
Rosetta (1999)
La Promesse (1996)
martes, 15 de junio de 2010
España
Galicia
Geografía. Está situada al noroeste de la Península Ibérica y formada por las provincias de La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. Geográficamente, limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Portugal, al oeste con el océano Atlántico y al este con el Principado de Asturias y con la comunidad de Castilla y León (provincias de Zamora y de León).
Idiomas. Los dos idiomas oficiales de Galicia son el castellano y el gallego. El gallego es reconocido como lengua propia de Galicia en su estatuto, y tiene con el portugués un tronco común (galaico-portugués). La independencia portuguesa en la edad media favoreció la evolución del portugués y el gallego hacia lenguas distintas, ya diferenciadas en el siglo XV.
Escritores. Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán, Ramón María del Valle-Inclán, Gonzalo Torrente Ballester, Camilo José Cela, Ramón Menéndez Pidal, Antonio Losada. La lírica galaicoportuguesa se desarrolló en la Edad Media, fundamentalmente entre los siglos XII y XIV, en galaicoportugués, la lengua primitiva de la que derivarían posteriormente el portugués y el gallego modernos. Aunque la mayor parte de los poetas de que se tiene referencia provenían de Galicia y del norte de Portugal, fue cultivada también por multitud de poetas de otros lugares de la Península Ibérica (el ejemplo más destacado es el de Alfonso X el Sabio, autor de las Cantigas de Santa María, también en gallego-portugués), llegando a ser una lengua fundamental en la lírica culta de Castilla en los siglos XIII y XIV.
Cataluña
Geografía. Limita al Norte con Francia (Mediodía-Pirineos y Languedoc-Rosellón) y Andorra, al Este con el Mar Mediterráneo a lo largo de una franja marítima de unos 580 kilómetros, al Sur con la Comunidad Valenciana (Castellón), y al Oeste con Aragón (Zaragoza, Teruel y Huesca). Está formada por las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. Su capital es la ciudad de Barcelona.
Idiomas.En Cataluña se hablan varias lenguas, siendo las principales el catalán y castellano o español. De acuerdo con el estatuto de autonomía, ambos idiomas, junto con el occitano (en su variante aranesa) son oficiales.
Artistas. Los pintores catalanes de mayor renombre internacional son Salvador Dalí y Joan Miró. Los compositores catalanes de mayor dimensión internacional son Pau Casals, Isaac Albéniz y Enrique Granados.
Literatura. Tirante el Blanco (Tirant lo Blanch en su título original en valenciano) es una novela caballeresca (la expresión es de Martí de Riquer) de finales del siglo XV (Siglo de Oro valenciano), del escritor valenciano Joanot Martorell y que se suponía concluida por Martí Joan de Galba —idea que aun no se descarta hoy, como reza el colofón—, publicada en Valencia en 1490. Es uno de los libros más importantes de la literatura universal y obra cumbre de la literatura clásica en lengua catalana, primera novela caballeresca impresa (anterior a la novela de caballerías Amadís de Gaula) en el ámbito peninsular. Se hacen referencias de Tirant lo Blanch en la obra de Cervantes Don Quijote de la Mancha como uno de los libros de biblioteca del hidalgo. La novela, con componentes autobiográficos del mismo autor, narra los amores y pendencias del caballero protagonista que le da su nombre con un estilo que combina un realismo directo y crudo con los ideales caballerescos de la época. El héroe se inicia participando en competiciones caballerescas en Inglaterra y prosigue sus aventuras en Francia y termina llegando a salvar al Imperio Bizantino, como megaduque del imperio, frente a los turcos otomanos y ser césar, tras lo cual muere por una infección respiratoria justo antes de casarse oficialmente con la princesa Carmesina, heredera del imperio.
País Vasco.
Geografía. Está situado en el extremo nordeste de la franja cantábrica, lindando al norte con el mar Cantábrico y Francia, al sur con La Rioja, al oeste con Cantabria y Castilla y León y al este con Navarra. Lo integran las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.
Idiomas. En el País Vasco se han hablado dos lenguas desde hace siglos, el español o castellano y el euskera o vascuence. El euskera, a diferencia del resto de lenguas españolas modernas, no procede del latín ni pertenece a la familia indoeuropea.
Escritores.En el País Vasco existen dos líneas de composición literaria: en euskera y en castellano. Entre los autores en euskera destacan Resurrección María de Azkue, Bernardo Atxaga, Gabriel Aresti, Evaristo Bustinza, Manuel de Lekuona y Gotzon Garate, entre otros. Mientras que en castellano destacaron autores como Félix María de Samaniego, Ramiro de Maeztu, Pío Baroja, Blas de Otero y Miguel de Unamuno.
Sobresale sobremanera la importancia del Festival de Cine de San Sebastián que cada año reúne a estrellas internacionales.
Giorgio Agamben (Italia, 1942)
En su obra confluyen estudios literarios, lingüísticos, estéticos y políticos: Aristóteles, Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, Marx, Kafka, cabalistas, trovadores, padres de la Iglesia Católica Romana y poetas medievales, el jurista Carl Schmitt, Martin Heidegger, Walter Benjamin, Aby Warburg.
Se propone investigar la presente situación metafísica en occidente y su posible salida en las circunstancias actuales de la historia y la cultura mundiales. Las preguntas que plantea a la tradición occidental podrían simplificarse así: ¿cómo hemos llegado al punto en que nos encontramos?
Si la tradición metafísica insiste en la fundación, en el origen, la tradición mesiánica (también occidental en la medida en que en nuestra historia Atenas es inseparable de Jerusalén) reivindica el cumplimiento. Ahora bien, para que éste se produzca el origen debe ser revocado. La revocación del origen y por tanto la anulación o transformación de sus consecuencias sería una constante en la obra de G. Agamben. Se trata de desvelar la lógica interna de un proceso cuya ignorancia u olvido comporta su repetición fatal. Esta lógica no puede ser formalizada de acuerdo con los recursos que el pensamiento vigente ha establecido; por tanto éstos deben ser cuestionados y desmontados, deconstruidos, en tanto cómplices del orden de cosas que no saben explicar.
La civilización mundial se encuentra en la época de la biopolítica (Michel Foucault). La biopolítica es la gestión política de la vida, la intervención del poder en la vida humana. El camino teológico, filosófico, político, es decir, metafísico del pensamiento sobre la vida es aquel sobre el que transitan todos los logros de la cultura occidental en relación con la preservación de la vida, los derechos individuales, la salud generalizada, el progreso social. Este camino también está jalonado de errores y horrores, lo que lleva a preguntar si éstos son accidentales o inherentes a ese proceso. Agamben muestra que el tratamiento metafísico de lo vital y su deriva política son inseparables de tales acontecimientos. Su concepto clave en relación con esto es el de Nuda Vida.
Agamben intenta demostrar que toda la historia jurídica de occidente, desde el arcaico derecho romano hasta la moderna Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano con sus derivaciones, constituye un intento de gestionar la vida humana reduciendo a ésta a nuda vida. La cuestión estriba en que cualquier estrategia humanista para revertir este hecho se encuentra inhabilitada desde su inicio, el Humanismo es tanto un rodeo como un medio de ocultamiento o de retraso del advenimiento de la gestión planetaria de la vida como vida desnuda. La consecuencia de considerar al hombre como mera vida es que ésta puede ser sacada de todo contexto social, político, cultural, y tratada como proyecto, como plan, como tarea histórica, como mero residuo, como objeto de experimentación; puede ser aniquilada sin que esto entre en la esfera de lo punible. El momento privilegiado de la extensión de la biopolítica al ámbito planetario, es el campo de concentración. La vida es tratada como materia sin forma humana.
Agamben no teme comparar el Campo de Concentración y la ideología nazi que lo ha hecho posible, con la situación filosófica actual, como si ambas prácticas en las que las divisiones metafísicas son anuladas, por dispares e incompatibles que puedan resultar, representasen lo más extremo en cuanto a posibilidades del mundo contemporáneo. La vida como asunto sin límites de la filosofía, y la vida como materia sin forma del trabajo criminal del Campo. De esta manera intenta mostrar que los remedios humanistas son impotentes ante el extremo gesto de la biopolítica, y que sólo encarando ésta como realidad mundial, como cumplimiento paradójico de la promesa del desarrollo social y político de occidente, puede plantearse la resistencia.
La posibilidad de un mundo más allá del concepto de Soberanía, es decir del tenebroso abandono de la nuda vida, se encuentra tanto en el concepto de potencia diseñado por Aristóteles y perdido después en una larga tradición de interpretaciones, que abre a los hombres un margen de realización ajeno al poder sobre otros (la potencia como "potencia de no") como en las parábolas kafkianas que, hacia su final, invierten una conclusión desesperada y absurda, mostrando una salida para el ingenio humano. También en el pensamiento del Ereignis heideggeriano que sitúa el ser más allá de la metafísica, o en la escritura de Robert Walser ajena al pathos ontoteológico, cuyos personajes habitan una melancólica transparencia, una inocente jovialidad más allá de la salvación o la caída.
Se propone investigar la presente situación metafísica en occidente y su posible salida en las circunstancias actuales de la historia y la cultura mundiales. Las preguntas que plantea a la tradición occidental podrían simplificarse así: ¿cómo hemos llegado al punto en que nos encontramos?
Si la tradición metafísica insiste en la fundación, en el origen, la tradición mesiánica (también occidental en la medida en que en nuestra historia Atenas es inseparable de Jerusalén) reivindica el cumplimiento. Ahora bien, para que éste se produzca el origen debe ser revocado. La revocación del origen y por tanto la anulación o transformación de sus consecuencias sería una constante en la obra de G. Agamben. Se trata de desvelar la lógica interna de un proceso cuya ignorancia u olvido comporta su repetición fatal. Esta lógica no puede ser formalizada de acuerdo con los recursos que el pensamiento vigente ha establecido; por tanto éstos deben ser cuestionados y desmontados, deconstruidos, en tanto cómplices del orden de cosas que no saben explicar.
La civilización mundial se encuentra en la época de la biopolítica (Michel Foucault). La biopolítica es la gestión política de la vida, la intervención del poder en la vida humana. El camino teológico, filosófico, político, es decir, metafísico del pensamiento sobre la vida es aquel sobre el que transitan todos los logros de la cultura occidental en relación con la preservación de la vida, los derechos individuales, la salud generalizada, el progreso social. Este camino también está jalonado de errores y horrores, lo que lleva a preguntar si éstos son accidentales o inherentes a ese proceso. Agamben muestra que el tratamiento metafísico de lo vital y su deriva política son inseparables de tales acontecimientos. Su concepto clave en relación con esto es el de Nuda Vida.
Agamben intenta demostrar que toda la historia jurídica de occidente, desde el arcaico derecho romano hasta la moderna Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano con sus derivaciones, constituye un intento de gestionar la vida humana reduciendo a ésta a nuda vida. La cuestión estriba en que cualquier estrategia humanista para revertir este hecho se encuentra inhabilitada desde su inicio, el Humanismo es tanto un rodeo como un medio de ocultamiento o de retraso del advenimiento de la gestión planetaria de la vida como vida desnuda. La consecuencia de considerar al hombre como mera vida es que ésta puede ser sacada de todo contexto social, político, cultural, y tratada como proyecto, como plan, como tarea histórica, como mero residuo, como objeto de experimentación; puede ser aniquilada sin que esto entre en la esfera de lo punible. El momento privilegiado de la extensión de la biopolítica al ámbito planetario, es el campo de concentración. La vida es tratada como materia sin forma humana.
Agamben no teme comparar el Campo de Concentración y la ideología nazi que lo ha hecho posible, con la situación filosófica actual, como si ambas prácticas en las que las divisiones metafísicas son anuladas, por dispares e incompatibles que puedan resultar, representasen lo más extremo en cuanto a posibilidades del mundo contemporáneo. La vida como asunto sin límites de la filosofía, y la vida como materia sin forma del trabajo criminal del Campo. De esta manera intenta mostrar que los remedios humanistas son impotentes ante el extremo gesto de la biopolítica, y que sólo encarando ésta como realidad mundial, como cumplimiento paradójico de la promesa del desarrollo social y político de occidente, puede plantearse la resistencia.
La posibilidad de un mundo más allá del concepto de Soberanía, es decir del tenebroso abandono de la nuda vida, se encuentra tanto en el concepto de potencia diseñado por Aristóteles y perdido después en una larga tradición de interpretaciones, que abre a los hombres un margen de realización ajeno al poder sobre otros (la potencia como "potencia de no") como en las parábolas kafkianas que, hacia su final, invierten una conclusión desesperada y absurda, mostrando una salida para el ingenio humano. También en el pensamiento del Ereignis heideggeriano que sitúa el ser más allá de la metafísica, o en la escritura de Robert Walser ajena al pathos ontoteológico, cuyos personajes habitan una melancólica transparencia, una inocente jovialidad más allá de la salvación o la caída.
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